Cada 9 de diciembre, desde 2003, el mundo conmemora el Día Internacional contra la Corrupción, una iniciativa impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para combatir este fenómeno que afecta gravemente a las sociedades. Este día destaca la importancia de la transparencia, la rendición de cuentas y la cooperación internacional para erradicar la corrupción.
De acuerdo con datos de la ONU:
• Anualmente, se pagan cerca de 1 billón de dólares en sobornos.
• En el mismo periodo, se estima un robo de 2.6 billones de dólares mediante actos de corrupción, lo que representa el 5% del PIB mundial.
• Los países en desarrollo son los más afectados, con pérdidas equivalentes a diez veces los fondos destinados a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
La corrupción no solo debilita las instituciones públicas, sino que perpetúa desigualdades y frena el desarrollo. Entre las principales acciones sugeridas para combatirla están:
• Penalizar severamente los actos de corrupción.
• Garantizar la independencia de los sistemas judiciales.
• Incluir valores como la honestidad y la transparencia en la educación de las nuevas generaciones.
Convertirse en portavoz del cambio es un compromiso individual y colectivo, ya que la corrupción puede erradicarse mediante la construcción de una cultura basada en la integridad.