Los partidos que negocian la formación del próximo gobierno de Alemania acordaron flexibilizar las normas fiscales para financiar un fondo de infraestructura de 500,000 millones de euros y reforzar el gasto en defensa.
La CDU/CSU de Friedrich Merz y el SPD presentarán una moción la próxima semana en el Bundestag para modificar la constitución y permitir que el gasto en defensa supere el 1% del PIB sin estar sujeto al freno de la deuda. Esta medida responde a la presión de economistas y mercados que consideran obsoletas las actuales restricciones fiscales.
Merz, quien se perfila como el próximo canciller, ha argumentado que Europa debe fortalecer sus propias defensas, especialmente tras la decisión de Donald Trump de congelar la ayuda militar a Ucrania.
La reforma del freno de la deuda busca liberar inversión para modernizar la economía alemana, que se ha contraído en los últimos dos años. Sin embargo, la aprobación de estos cambios requiere una mayoría de dos tercios en el Parlamento, donde la extrema derecha y la extrema izquierda podrían bloquear la medida en la próxima legislatura.
La propuesta ha generado divisiones. Mientras una encuesta revela que el 49% de los alemanes apoya la flexibilización del freno de la deuda, críticos advierten que la deuda pública podría dispararse en la próxima década.
El Partido Verde, clave para aprobar la reforma, aún no ha dado su respaldo definitivo. Además, medios como Bild han acusado a Merz de traicionar sus promesas de campaña sobre disciplina fiscal, mientras otros consideran positivo que priorice la inversión sobre el déficit.