El presidente de China, Xi Jinping, inició una gira por el sudeste asiático con un mensaje claro contra la guerra comercial, afirmando que «nadie gana en una guerra arancelaria».
La visita busca posicionar a China como una superpotencia responsable en contraste con las políticas de Estados Unidos bajo Donald Trump, quien mantiene aranceles de hasta 145% sobre productos chinos.
Durante su llegada a Vietnam, Xi fue recibido con honores por el presidente Luong Cuong y sostuvo reuniones con líderes comunistas vietnamitas, donde reafirmaron su compromiso con el desarrollo pacífico. También firmaron acuerdos, entre ellos el impulso a un proyecto ferroviario de 8,000 millones de dólares.
Vietnam ha logrado equilibrar sus relaciones con EE.UU. y China, siendo clave en medio del conflicto comercial.
Analistas señalan que este viaje busca aislar a China de las sanciones de Trump y fortalecer sus lazos regionales. Sin embargo, el sudeste asiático, especialmente Vietnam, se enfrenta a una situación delicada, ya que EE.UU. lo ve como vía indirecta para la entrada de productos chinos. Xi continuará su gira por Malasia y Camboya en los próximos días.
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