La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, reveló que un grupo especial conocido como Directors Initiative Group (GID, por sus siglas en inglés) está investigando los orígenes de la pandemia de COVID-19 y el papel de la investigación de ganancia de función, con respaldo de altos funcionarios del gobierno del entonces presidente Donald Trump. Según Gabbard, los resultados preliminares podrían hacerse públicos próximamente.
Durante una entrevista en The Megyn Kelly Show, transmitido por SiriusXM, Gabbard explicó que el GID trabaja en coordinación con el director de los Institutos Nacionales de Salud, Jay Bhattacharya, y con el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., para rastrear posibles efectos de investigaciones genéticas financiadas por EE.UU. en China y otros países.
“En el caso del laboratorio de Wuhan y muchos otros laboratorios biológicos en el mundo, fue realmente financiado por Estados Unidos y dio lugar a este tipo de investigación peligrosa, la cual, en muchos ejemplos, ha resultado en pandemias u otras crisis sanitarias graves”, afirmó Gabbard.
La investigación se enfoca en establecer posibles vínculos entre estos estudios y el surgimiento del SARS-CoV-2, el virus que desencadenó la pandemia.
Por su parte, la periodista Megyn Kelly apuntó que, de confirmarse estas conexiones, implicarían que el ex asesor científico Anthony Fauci pudo haber contribuido indirectamente al origen de la pandemia, algo que él ha negado tajantemente en comparecencias ante el Senado, particularmente en los interrogatorios del senador republicano Rand Paul.
“Eso es lo que él negó una y otra vez bajo juramento”, subrayó Gabbard, al tiempo que cuestionó si por eso Fauci habría solicitado un indulto preventivo al presidente Joe Biden antes de dejar su cargo.
La funcionaria también advirtió que esta investigación no se limita al pasado, ya que este tipo de estudios continúa en laboratorios de diversas partes del mundo.
En ese sentido, volvió a criticar los proyectos financiados por EE.UU. en el extranjero, incluyendo laboratorios biológicos en Ucrania, denunciando la falta de control sobre los patógenos potencialmente peligrosos que allí se manejan.