El presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, llegó a París en su primer viaje a Europa desde que asumió el poder tras el derrocamiento de Bashar al-Assad.
Durante su visita, se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron para discutir temas de reconstrucción posguerra, cooperación económica y estabilidad regional. La visita representa una posible apertura de relaciones entre Siria y países occidentales tras años de aislamiento y sanciones.
Al-Sharaa lidera el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que tomó el control del país en diciembre. Aunque ha prometido respeto e igualdad para todas las comunidades religiosas y étnicas, persisten temores de persecución, especialmente entre minorías como los alauitas, cristianos y drusos.
En las últimas semanas, enfrentamientos sectarios han dejado más de mil muertos, lo que refuerza la preocupación por la estabilidad interna del país.
Francia busca reafirmar su apoyo a una Siria libre y estable, mientras que Europa evalúa suavizar las sanciones impuestas durante el régimen de Assad. Algunas medidas ya han sido levantadas, especialmente en sectores como energía y transporte.
Aunque EE. UU. aún no reconoce formalmente al nuevo gobierno, ha emitido licencias temporales que permiten ciertas transacciones, lo que indica un posible cambio en la postura internacional hacia el nuevo liderazgo sirio.
Eso de que va a respetar todas las religiones suena bonito, pero en Siria se ha dicho eso antes y ya tú sabes.
Francia dándole la mano y EE. UU. tirando licencia con pinzas… parece que tan tanteando el terreno.
De Assad a Hayat Tahrir al-Sham… como que cambiaron la cara pero el libreto sigue peligroso.
Los europeos tan más preocupados por el gas y el petróleo que por los derechos humanos, eso se ve.
Mil muertos en enfrentamientos sectarios y ellos hablando de estabilidad… ¿de cuál estabilidad es que hablan?