Al menos siete personas murieron en Trípoli, Libia, durante intensos enfrentamientos entre milicias fuertemente armadas, tras el asesinato de Abdel-Ghani al-Kikli, líder de la Autoridad de Apoyo a la Estabilización (SSA). El hecho desató una ola de violencia en la capital, con combates y explosiones en zonas residenciales, principalmente en el sector de Abu Salim.
Al-Kikli, acusado de crímenes de guerra por Amnistía Internacional, fue asesinado en una instalación controlada por la Brigada 444, liderada por Mahmoud Hamza, aliado del primer ministro Abdul Hamid Dbeibah. Luego del asesinato, fuerzas aliadas a Hamza atacaron oficinas de la SSA y detuvieron a decenas de sus miembros. El gobierno aseguró haber recuperado el control del área.
Los combates obligaron a suspender clases y actividades en Trípoli. La ONU expresó alarma por el uso de armamento pesado en zonas civiles y advirtió sobre posibles crímenes de guerra. El episodio refleja la continua fragmentación de Libia, donde las milicias siguen dominando en medio de una larga crisis política y militar desde 2011.
En Libia to e plomo por donde quiera matan un jefe y se arma el infierno como si esa gente no conociera la palabra paz desde que tumbaron a Gadafi eso e un solo desorden
Mataron al tipo que dizque era pa estabilizar y lo que vino fue más guerra más muertos y más lío esa gente vive en guerra eterna
Eso no e país eso e un campo de batalla y cada quien con su milicia como si fueran bandas peleando por territorio y los civiles cogiendo fuego en el medio
Suspenden clases los niños trancao en su casa y la ONU como siempre mandando alarmas pero sin resolver nada mientras las bombas caen en los barrios
Desde que se metieron a inventar en Libia en el 2011 dejaron eso vuelto un campo sin ley ahora to el mundo tiene fusiles y cada milicia hace lo que le da la gana