Cada 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde el año 2018 para resaltar los beneficios de este medio de transporte sencillo, económico, ecológico y saludable.
En un contexto global marcado por la crisis climática, la contaminación del aire y los crecientes problemas de salud vinculados al sedentarismo, la bicicleta se posiciona como una alternativa sostenible y accesible que puede marcar una gran diferencia.
Más allá de ser un vehículo, la bicicleta representa una herramienta de cambio. Su uso contribuye directamente a reducir las emisiones de carbono, mejora la calidad del aire, disminuye el tráfico en las ciudades y promueve el bienestar físico y mental de quienes la utilizan. No en vano, se estima que practicar ciclismo puede ayudar a quemar hasta 600 calorías por hora.
El origen de la bicicleta se remonta al siglo XIX, cuando inventores europeos, en su búsqueda de nuevas formas de transporte, diseñaron los primeros modelos rudimentarios de madera. Fue en 1861 cuando Ernest Michaux instaló pedales en la rueda delantera, iniciando así la evolución hacia el diseño que conocemos hoy.
Desde entonces, la bicicleta ha acompañado los grandes cambios sociales e históricos del mundo moderno. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, ciclistas como Gino Bartali arriesgaron sus vidas transportando documentos para salvar a personas perseguidas por el régimen nazi.
Cifras y curiosidades
- Actualmente, se calcula que existen más de mil millones de bicicletas en el mundo, el doble que automóviles.
- Los Países Bajos son el país con mayor uso per cápita, con más de 400 km de carriles bici en su capital, Ámsterdam.
- La bicicleta más rápida del mundo, llamada “Eta”, alcanza los 142 km/h.
- La más cara, recubierta de oro y diamantes, cuesta un millón de dólares.
- En 1884, Thomas Stevens se convirtió en la primera persona en dar la vuelta al mundo en bicicleta, recorriendo más de 21,000 kilómetros.
En muchas ciudades del mundo, la bicicleta está siendo adoptada como una solución a los desafíos del transporte urbano, gracias a su impacto ambiental prácticamente nulo y a su bajo costo de mantenimiento. Países como Dinamarca, Alemania, Japón y China han implementado políticas públicas para fomentar su uso.
El llamado este 3 de junio es claro: pedalear no solo mejora la salud, sino también el futuro del planeta. En tiempos donde los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes, apostar por la bicicleta no es solo una opción inteligente, sino un acto de compromiso con las generaciones futuras.
hay que darle más chance a la bici aquí eso ayuda pila con el tapón y la salud
ojalá y el gobierno invierta en ciclovías de verdad no esas rayas pintadas na más
el que anda en bici ahorra gasolina se pone en forma y llega feliz