Las autoridades colombianas desplegaron este domingo un equipo de más de 100 investigadores de la Policía Nacional para identificar a los autores intelectuales del atentado a tiros contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien permanece en estado crítico tras ser sometido a una cirugía de urgencia.
El ataque ocurrió el sábado durante un acto político en el sector de Modelia, en la localidad de Fontibón, al oeste de Bogotá. Uribe, de 39 años y uno de los más férreos críticos del gobierno de Gustavo Petro, recibió tres disparos a quemarropa. Paramédicos indicaron que el senador llegó en estado moribundo a la Clínica Fundación Santa Fe, donde fue intervenido quirúrgicamente durante la madrugada del domingo.
El centro médico informó que el paciente fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para su estabilización postoperatoria, y calificó su estado como de “máxima gravedad”, con pronóstico reservado.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, declaró que Uribe se encuentra en “horas críticas” de recuperación, mientras el país entero permanece atento a su evolución.
Un adolescente de 15 años fue capturado como presunto autor material del atentado. Según el ministro de Defensa, Iván Velásquez, el menor fue herido en una pierna durante un intercambio de disparos con el equipo de seguridad de Uribe. Actualmente permanece hospitalizado y en condición estable. Las autoridades consideran que pudo haber sido instrumentalizado por redes criminales para perpetrar el ataque.
El presidente Gustavo Petro condenó el atentado y solicitó una investigación “rigurosa e imparcial” que incluya la actuación del equipo de escoltas del senador. “Todas las hipótesis están abiertas”, expresó.
Hasta el momento, no se conocían amenazas públicas contra Miguel Uribe, quien milita en el partido Centro Democrático, principal fuerza de derecha del país. En octubre pasado, Uribe anunció su intención de postularse como candidato presidencial para las elecciones de 2026.
El ataque ha generado una ola de indignación nacional. En ciudades como Bogotá, Medellín y Cali se convocaron marchas en rechazo a la violencia política y en respaldo al dirigente herido.
Eso fue un mensaje político disfrazado de bala.
Tres tiros a quemarropa… eso no fue al azar, eso fue mandado.
A ese hombre lo querían silenciar por lo que representa.