El juego es mucho más que una actividad recreativa; es un derecho fundamental y un componente esencial para el desarrollo humano en todas las etapas de la vida.
Por ello, desde 1999, cada 28 de mayo se ha celebrado el Día Internacional del Juego, una iniciativa que nació de la Asociación Internacional de Ludotecas (ITLA) y que fue impulsada años más tarde por la doctora Freda Kim.
En 2024, esta fecha cobra aún más relevancia: el pasado 14 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó oficialmente el 11 de junio como el nuevo Día Mundial del Juego, con el objetivo de reforzar su importancia global. A partir de ahora, ambas fechas —el 28 de mayo por tradición y el 11 de junio por proclamación oficial— serán reconocidas como oportunidades para celebrar el valor del juego en nuestras vidas. ¡Bienvenidas las dos!
Bajo el lema “El juego hace un mundo mejor”, la ONU argumenta que jugar no es solo una forma de entretenimiento, sino también una herramienta poderosa para el aprendizaje, la salud mental, la inclusión y el desarrollo emocional.
El juego está respaldado por el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual establece que los niños tienen derecho al descanso, al esparcimiento, a los juegos y actividades recreativas adecuadas a su edad, y a participar libremente en la vida cultural y artística.
Hoy en día, el Día Internacional del Juego es celebrado en más de 40 países, con actividades que promueven el juego libre, el desarrollo creativo, la equidad y la convivencia.
Ay mi madre! Ahora el juego tiene dos días… ¡Pa’ que nadie se quede sin jugar
El que no juegue el 28 de mayo o el 11 de junio, ¡que no se queje después!
Jugar es cosa seria, aunque suene a relajo. ¡Eso es salud, mente y alegría!