La base de SpaceX en Texas, propiedad de Elon Musk, fue declarada oficialmente ciudad bajo el nombre de Starbase, tras la certificación de elecciones locales en las que participaron solo 283 residentes, en su mayoría empleados de la empresa.
El vicepresidente de lanzamientos de SpaceX, Bobby Peden, fue electo como alcalde, consolidando el control de la empresa sobre la nueva jurisdicción.
Esta nueva ciudad, ubicada cerca de una reserva natural en el Golfo de México (rebautizado como “Golfo de América” por Trump), permite a SpaceX tener mayor autonomía sobre sus operaciones, incluyendo la posibilidad de cerrar playas públicas.
La decisión fue impulsada con el respaldo del Partido Republicano de Texas, pese a la oposición de ambientalistas que denuncian la destrucción de hábitats y afectación a comunidades indígenas.
En paralelo, la FAA autorizó hasta 25 lanzamientos anuales del cohete Starship, aunque varios han terminado en explosiones cuyos restos llegaron al Caribe.
Musk, cercano a Trump, ha presionado para debilitar las regulaciones ambientales y presupuestarias que frenaban sus proyectos, lo cual ha generado controversia y críticas desde sectores ambientalistas y de control institucional.
Elon Musk se buscó una ciudad pa’ él solo, como un rey moderno
Eso no es Texas ya, eso es Elontown.
283 votos y ya tiene alcalde… ¿y la democracia, apá?
Esa gente va a mandar cohetes y cerrar playas como quieran.
Eso suena a película de ciencia ficción, pero en vivo.