La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, aprobó un controvertido proyecto de ley para cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de Estados Unidos”.
La medida, promovida por la congresista Marjorie Taylor Greene y respaldada por el presidente Donald Trump mediante una orden ejecutiva, busca que todas las agencias federales adopten el nuevo nombre en documentos y mapas. Sin embargo, la iniciativa no tiene validez internacional, por lo que ni México ni otros organismos están obligados a reconocer el cambio.
La votación terminó con 211 votos a favor y 206 en contra, lo que desató una ola de críticas por parte de los demócratas, quienes consideran la propuesta innecesaria, divisiva y una pérdida de tiempo legislativo.
Aseguran que el Congreso debería centrarse en asuntos más relevantes para la ciudadanía, como la economía y los servicios básicos. «Nadie clama por renombrar un cuerpo de agua», señaló el representante George Latimer.
El Golfo de México ha llevado ese nombre por más de 400 años y la propuesta ha generado también burlas en redes sociales y rechazo de medios internacionales.
A pesar de que empresas como Apple y Google han comenzado a aplicar el nuevo término en sus plataformas dentro de EE. UU., la comunidad científica y periodística sigue refiriéndose a él por su nombre original. El Senado aún no ha debatido la iniciativa y se desconoce si tiene posibilidades de avanzar.
Pero y este relajo qué es ahora quieren ponerle su apellido hasta al mar
Esa gente no tiene más na’ que hacer que estar cambiándole el nombre a lo ajeno
Golfo de Estados Unidos suena a película mala de acción
México debe estar mirando eso con un jugo en la mano y diciendo ajá
Con tantos líos que hay y se ponen pa’ eso qué disparate