El rey Carlos III realiza su primera visita oficial a Canadá como monarca, acompañado de la reina Camila. Aunque breve, la gira de dos días tiene fuerte carga simbólica en medio de tensiones con Estados Unidos, tras amenazas del presidente Donald Trump sobre aranceles y una supuesta intención de anexar Canadá.
Uno de los momentos más destacados será el “Discurso del Trono” que el rey pronunciará en el Senado canadiense, un gesto poco común que reafirma los lazos históricos con la monarquía británica.
El discurso, previsto para este martes, no abre una nueva legislatura, pero se centrará en valores democráticos, reconciliación con los pueblos indígenas y unidad nacional.
Según el primer ministro Mark Carney, también abordará la necesidad de redefinir la relación económica y de seguridad con EE. UU. La última vez que un monarca británico pronunció un discurso similar en Canadá fue en 1977.
La visita también subraya la relevancia política y simbólica de la monarquía en Canadá, donde el rey es jefe de Estado bajo un sistema constitucional.
Si bien algunos cuestionan su vigencia, la Corona mantiene su influencia, especialmente en las relaciones con pueblos indígenas, debido a los tratados históricos firmados directamente con la monarquía. Para muchos canadienses, la visita sirve como reafirmación de soberanía ante las presiones externas.