La Casa Blanca reaccionó con dureza al fallo del Tribunal de Comercio Internacional que anuló los aranceles globales impuestos por Donald Trump, conocidos como los «aranceles del Día de la Liberación».
El gobierno calificó la decisión como una intromisión judicial injustificada en asuntos del poder ejecutivo y aseguró que apelará la sentencia. La administración sostiene que los aranceles eran necesarios para enfrentar una emergencia nacional vinculada al comercio y al ingreso de drogas al país.
El fallo judicial fue el resultado de dos demandas presentadas por una coalición de doce estados y un grupo de empresas estadounidenses. Para los opositores, los aranceles fueron un uso abusivo e ilegal del poder presidencial.
Figuras como el congresista demócrata Gregory Meeks celebraron la decisión del tribunal, señalando que la medida de Trump sobrepasaba sus atribuciones constitucionales y afectaba negativamente la economía.
A pesar del fallo, el gobierno de Trump se mantiene firme en su defensa del proteccionismo comercial y de la política «Estados Unidos primero».
Mientras el Departamento de Justicia defiende la legitimidad de los aranceles, expertos advierten que estas medidas pueden aumentar la inflación al trasladar sus costos a los consumidores. Además, podrían presionar a la Reserva Federal a mantener tasas de interés altas por más tiempo.
Ay mi madre! La Casa Blanca salió como gallo peleao con ese fallo.
Se ofendieron heavy, como si el tribunal les tumbó una fiesta.
Eso de “emergencia nacional” parece más un relajo pa’ justificar lo injustificable.
La reacción de la Casa Blanca muestra una tensión entre los poderes del Estado. Este caso podría sentar un precedente sobre el alcance del poder presidencial en materia comercial
Este fallo reafirma la importancia de los límites constitucionales al poder ejecutivo. Las políticas comerciales deben basarse en análisis económicos sólidos y no en decisiones unilaterales que pueden desestabilizar los mercados.
La anulación de estos aranceles es un alivio para las pequeñas y medianas empresas que dependemos de importaciones. Esperamos que esto se traduzca en una reducción de costos y una mayor competitividad