El gobierno cubano calificó como «racista» y perjudicial la nueva orden ejecutiva del presidente Donald Trump que restringe parcialmente la entrada de ciudadanos cubanos a Estados Unidos. La medida, que se justifica bajo argumentos de seguridad nacional, forma parte de una lista más amplia de restricciones que afectan a otros países como Venezuela, Haití, Irán y Afganistán.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó la medida en redes sociales, alegando que tiene un claro trasfondo racista y que responde a intereses de políticos “anticubanos”, en referencia a legisladores estadounidenses, especialmente de Florida, opuestos al régimen de La Habana.
Rodríguez advirtió que la decisión afecta directamente los lazos familiares de millones de cubanos residentes en EE. UU., además de obstaculizar intercambios culturales, académicos y profesionales.
La orden ejecutiva, que entrará en vigor el 9 de junio, veta completamente la entrada de ciudadanos de 12 países y limita parcialmente a personas de otros siete, incluyendo Cuba. Esta nueva política migratoria refuerza el enfoque restrictivo de la administración Trump en temas de inmigración, despertando fuertes reacciones tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Trump lo que quiere es cerrar la puerta y tirar la llave pa’l mar.
A los cubanos les están diciendo: “ni con visa ni con fe”.
¿Seguridad nacional o racismo disfrazado? ¡Tú ves!