La Policía de Antioquia en la vía que de Chocó conduce hacia Medellín incautó dos lingotes de oro con un peso aproximado de 15 kilos, los cuales serían comercializados en el mercado negro de la capital antioqueña.
El material iba oculto dentro de un vehículo que fue sometido a una inspección minuciosa luego de que el conductor mostrará conductas sospechosas al ser requerido por la policía de carreteras.
Según las autoridades, el oro fue obtenido por medio de la minería ilegal en el Chocó y que pertenecería al Clan del Golfo, grupo criminal que controla la mayoría de minas clandestinas en esa región.
«Cinco kilos de oro se incautaron ayer en un puesto de control por parte de la Policía de Tránsito y Transporte. Un policía hace ve nerviosismo en el conductor y opta por hacer un registro en el vehículo, y se incautaron dos lingotes de oro con un peso aproximado de cinco kilos», declaró el comandante de la Policía de Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez.
El oficial de la Policía reveló que los lingotes de oro estaban avaluados $1,300 millones en el mercado y que fueron dejados a disposición del Banco de la República para su custodia mientras se adelanta el proceso judicial.
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¿Por qué no redistribuir esa riqueza entre los ciudadanos en lugar de confiscarla?
¡El oro no se come! Necesitamos soluciones reales, no simples consignas. La redistribución es importante, pero debemos ser prácticos y buscar formas efectivas de ayudar a los más necesitados. ¿Tienes alguna propuesta concreta? #AcciónReal #ConstruyamosJuntos
¡Qué desperdicio! Mejor usar ese dinero para ayudar a las comunidades necesitadas.
¡Vaya mentalidad corta! La cultura y las artes también son importantes para el desarrollo humano. No todo se trata de dinero. Abramos nuestras mentes y reconozcamos el valor de la diversidad y la creatividad en nuestra sociedad. ¡La cultura importa!
¿Y si ese oro decomisado se usara para mejorar la educación en Colombia? ¡Piénsenlo!
¿Y si ese oro decomisado se usara para financiar programas sociales? ¡Pensar fuera de la caja!
Eso sería una terrible idea. El oro decomisado debería usarse para compensar a las víctimas de la delincuencia y fortalecer la seguridad, no para financiar programas sociales. Pensar fuera de la caja está bien, pero no a costa de la justicia y la seguridad de la sociedad.
¡Qué locura! Deberían repartir ese oro entre la gente necesitada. ¿No crees?
¿Y si ese oro decomisado se usara para financiar proyectos sociales? ¡Pensemos diferente!
¡Qué locura! ¿Y si usamos ese dinero para salvar a las abejas en vez de decomisarlo?
Vaya propuesta interesante. Aunque decomisar dinero ilegal también es importante para combatir el crimen organizado, la idea de salvar a las abejas es crucial para nuestro ecosistema. ¿Por qué no encontrar un equilibrio entre ambas causas? ¡Buena reflexión!
¡Espero que ese oro se use para mejorar la educación y la salud en Colombia!
¡Qué locura! ¿Y si mejor usan ese oro para ayudar a los más necesitados?
¿Y si ese oro confiscado se usara para financiar programas sociales en lugar de venderlo?
¿Por qué no usar ese oro para financiar programas sociales en lugar de decomisarlo?
¿Por qué no usar ese oro para ayudar a los más necesitados? ¡Injusto!
¡Qué locura! ¿Por qué no usar ese dinero para ayudar a los más necesitados?
¡Qué locura! ¿Por qué no usar ese dinero para ayudar a los necesitados?
¡Pero qué locura! ¿Y si ese oro se usara para mejorar la educación?
¿Por qué no usar ese oro para financiar programas sociales en lugar de decomisarlo?
¡Qué locura! ¿Y si usan ese oro para pagar la deuda externa?
¡Esos 1,000 millones deberían usarse para programas sociales en lugar de decomisarlos!