La ciudad de Los Ángeles se encuentra bajo toque de queda nocturno, tras varios días de disturbios ligados a las protestas contra las políticas migratorias del Gobierno federal.
La medida, anunciada el martes por la alcaldesa Karen Bass, estará vigente de 8:00 de la noche a 6:00 de la mañana, y se aplica en una zona de aproximadamente 2,5 kilómetros cuadrados en el centro de la ciudad.
En rueda de prensa, Bass indicó que la medida podría extenderse durante varios días, dependiendo de la evaluación conjunta con autoridades locales y cuerpos de seguridad.
Las excepciones al toque de queda incluyen a residentes de la zona, personas sin hogar, periodistas y trabajadores de servicios de emergencia. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, advirtió que quienes no cumplan con estas condiciones estarán “sujetos a arresto”.
Durante los disturbios se han saqueado al menos 23 negocios, y el número de detenidos ha ido en aumento:
• Sábado: 27 personas
• Domingo: 40
• Lunes: 114
• Martes: 197
Desde la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, el expresidente Donald Trump se refirió a las protestas en Los Ángeles con un tono encendido. Calificó a los manifestantes como “animales” y “enemigos extranjeros”, alegando que representan una amenaza directa a la soberanía de Estados Unidos.
“No permitiremos que los agentes federales sean atacados. No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Y eso es lo que son”, dijo el exmandatario.
Trump también afirmó que los manifestantes “portan banderas extranjeras y queman la bandera estadounidense”, además de arrojar trozos de concreto desde puentes. “Son animales. Llevan con orgullo las banderas de otros países, pero no la nuestra”, sentenció.
Asimismo, advirtió que evalúa utilizar una ley del siglo XIX para reprimir las protestas, lo que ha desatado una nueva ola de críticas desde el estado de California. El gobernador local respondió con una moción de emergencia, acusando al expresidente de usar la fuerza federal como provocación y de violar la décima enmienda de la Constitución.