Estados Unidos está reformulando su enfoque militar en África al reducir su implicación directa en favor de una mayor responsabilidad de los gobiernos locales, según reporta la agencia AP News.
Durante el ejercicio militar African Lion, celebrado recientemente en Marruecos, el general Michael Langley máxima autoridad del Comando África de EE.UU. afirmó que los países aliados del continente deben prepararse para operar de forma independiente, marcando un giro en el tradicional modelo de cooperación estadounidense.
“Es necesario que haya cierta distribución de la carga. Necesitamos que nuestros socios alcancen un nivel de operaciones independientes”, declaró Langley al cierre de las maniobras.
Este nuevo enfoque contempla un retiro paulatino de la presencia militar directa de EE.UU., al tiempo que se promueve una mayor autosuficiencia en seguridad regional. El general subrayó que el Departamento de Defensa tiene “prioridades establecidas” y busca consolidar “una fuerza más ágil y letal”.
La decisión llega en un contexto de creciente inestabilidad en varias regiones del continente. Las insurgencias yihadistas siguen avanzando, especialmente en el Sahel y Somalia, mientras los ejércitos locales enfrentan limitaciones estructurales, escasa preparación y falta de equipamiento.
Pese a que Estados Unidos ha invertido cientos de millones de dólares en asistencia militar y mantiene unos 6.500 efectivos en África, el apoyo directo comenzará a disminuir. Esta retirada se da en paralelo al creciente protagonismo de potencias como Rusia y China, que expanden su influencia a través de entrenamientos y acuerdos militares con diversos gobiernos africanos.
Aunque en países como Costa de Marfil la cooperación entre desarrollo y defensa ha arrojado resultados positivos, el general Langley reconoció que “los avances han sido desiguales” y que muchos aliados africanos aún no están listos para afrontar por sí solos las amenazas internas.
El repliegue estratégico de Washington redefine su papel en África, dejando a sus aliados regionales con una tarea compleja y urgente: asumir el control de su propia seguridad en un escenario cada vez más desafiante.
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