Estados Unidos comenzó a retirar parte de su personal en Oriente Medio ante la amenaza de Irán de atacar bases estadounidenses si estalla un conflicto entre ambos países. Esta medida ocurre en medio de tensiones crecientes y justo antes de una nueva ronda de negociaciones nucleares con Teherán.
Donald Trump, quien retomó su política de «máxima presión» desde su regreso a la presidencia, justificó el retiro alegando que la región podría volverse peligrosa en los próximos días.
El ministro de Defensa iraní advirtió que las bases estadounidenses están al alcance de su armamento y que, en caso de enfrentamiento, EE. UU. sufrirá mayores pérdidas.
Mientras tanto, las conversaciones para renovar un acuerdo nuclear siguen estancadas por el enriquecimiento de uranio que Irán mantiene al 60%, muy por encima del límite acordado en 2015. Trump reiteró que no permitirá que Irán obtenga armas nucleares.
Aunque las negociaciones han contado con la mediación de Omán, aún no hay avances claros. La agencia marítima británica también alertó sobre una posible escalada militar que podría impactar al personal civil en la región.
Todo esto ocurre mientras Irán insiste en que su programa tiene fines civiles, mientras la comunidad internacional teme que se acerque peligrosamente a la fabricación de una bomba nuclear.
Si están sacando gente es porque la cosa se va a poner fea de verdad
Trump volvió y con él regresó la presión dura contra Irán
Esa zona es un polvorín y cualquier chispa la prende entera