Los 13 mineros secuestrados desde el 26 de abril en la provincia de Pataz, Perú, fueron hallados ejecutados el domingo 4 de mayo dentro de un socavón.
Según reportes policiales, las víctimas estaban maniatadas y no hubo negociaciones con los secuestradores durante los días que estuvieron cautivos. El crimen ha estremecido al país y se enmarca en un contexto de violencia vinculada a la minería ilegal.
El principal sospechoso del caso es Miguel Rodríguez Díaz, alias «Cuchillo», presunto líder de una organización criminal en La Libertad. Se afirma que exigió un rescate de cuatro millones de soles por los rehenes y que está relacionado con otros actos violentos en la región. La masacre ocurrió en pleno estado de emergencia en Pataz, decretado en febrero por el Gobierno ante la creciente inseguridad.
El hallazgo de los cuerpos ha desatado una crisis política. Un grupo de congresistas impulsa una moción de censura contra el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adriazén, por considerar que su gestión ha sido insensible e ineficaz frente a la tragedia. La situación podría acelerar una transición política en vísperas de las elecciones de 2026.
13 vidas perdidas por culpa de la minería ilegal. ¡Eso es una tragedia humana!
¿Y el gobierno en emergencia y ni así pudo evitarlo? Qué impotencia.
Esos mineros no merecían morir así. ¿Dónde está la seguridad del Estado?
Qué dolor… eso fue una ejecución, no un secuestro. Inaceptable.
eso da pena compai trece gente así matá como perro
el diablo y en estado de emergencia matan trece así
ese tal Cuchillo debe tener el diablo metido por dentro
que mina del demonio esa Pataz eso ta podrío de criminales
y cómo es que no hubo ni negociación ni na eso fue ejecución pura