Carlos Fonseca Terán, dirigente del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) de Nicaragua, murmura la actuación de los grandes medios de comunicación ante la crisis política que vive Colombia.
«Van 31 muertos en Colombia. Ninguno es policía ni soldado; todos son manifestantes. Ningún civil sale a las calles a defender al gobierno. ¿Qué significa eso? Que es una rebelión popular no armada y que las autoridades están masacrando al pueblo. ¿Qué dicen las grandes empresas de la comunicación? Que la violencia se ha apoderado de las calles», escribió en su muro de Facebook el secretario de Relaciones Internacionales del FSLN.
El dirigente comparó la realidad de las calles colombianas con circunstancias imaginarias como que hubiera sido la empresa privada la autora de la convocatoria a la protesta, en lugar de los sindicatos y los indígenas.
O que las manifestaciones no estuvieran enfocadas contra las políticas neoliberales de un Gobierno de derecha, sino en solicitud de «democracia» en el intento de derrocar a una administración de izquierda, y en el mejor de los casos fueran financiadas y apoyadas políticamente por Estados Unidos y la Unión Europea, insistió.
«Venezuela en diferentes ocasiones y Nicaragua en 2018 son buenos ejemplos al respecto», apostilló Fonseca Terán.
En ese sentido, recordó que hace tres años (abril-julio de 2018) «la derecha golpista al llamado de la empresa privada, la jerarquía católica, las ONG financiadas por Estados Unidos y los medios de desinformación a su servicio trataron de derrocar al Gobierno sandinista».
Ante la violencia impuesta el pueblo nicaragüense salió de manera masiva a las calles en defensa de su Revolución, y se organizó para enfrentar y derrotar el golpe, tal como lo había hecho ya en los años 80 frente a la agresión patrocinada por el gobierno del presidente estadounidense Ronald Reagan, dijo al comparar las dos coyunturas históricas.