La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este martes un acuerdo internacional que busca mejorar la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias, tras más de tres años de negociaciones.
El pacto fue respaldado por 124 países miembros sin votos en contra, aunque algunos como Irán, Rusia, Israel, Italia y Polonia se abstuvieron. Uno de los principales objetivos del acuerdo es evitar que se repita la desigualdad vivida durante el COVID-19, cuando los países más ricos acapararon vacunas y suministros esenciales.
El acuerdo incluye la creación del mecanismo PABS (Acceso a Patógenos y Reparto de Beneficios), que permitirá un intercambio ágil de información sobre nuevas amenazas sanitarias.
Además, exigirá a las farmacéuticas que participen en el sistema entregar un 20 % de su producción de vacunas, tratamientos y pruebas a la OMS, de los cuales al menos el 10 % deberá ser donado. Este compromiso pretende garantizar el acceso equitativo a herramientas sanitarias en tiempo real durante una emergencia sanitaria mundial.
Aunque el texto ha sido calificado como una victoria para la salud pública, aún falta que 60 países lo ratifiquen para que entre en vigor, lo cual podría tomar hasta dos años. El acuerdo también incluye el fortalecimiento de la vigilancia sanitaria, el enfoque «Una sola salud» (que abarca salud humana, animal y ambiental), y el fortalecimiento de sistemas de salud nacionales.
Sin embargo, el tratado enfrentó resistencia por parte de sectores que temen que afecte la soberanía de los Estados, y la ausencia de Estados Unidos —tras su retiro de la OMS bajo la presidencia de Trump— ha generado cuestionamientos sobre su alcance y efectividad global.
ojalá no se quede en papel como pasa con muchos acuerdos
cuando hay cuartos y vacunas de por medio los grandes siempre se adelantan
esos que se abstuvieron seguro no quieren que le pongan reglas
muy bonito el acuerdo pero que repartan de verdad esta vez
el COVID enseñó que en una pandemia el que tiene más e’ que sobrevive