Con el 100% de los votos contabilizados, Lee, candidato del Partido Demócrata, fue declarado nuevo presidente de Corea del Sur, según informó la Comisión Electoral Nacional.
En la contienda también participó Kim Moon-soo, del Partido del Poder Popular, quien partía como uno de los favoritos, pero finalmente obtuvo el 41.1% de los sufragios. En tercer lugar quedó Lee Jun-seok, del Nuevo Partido de la Reforma, con un 8.34% de los votos.
Según las leyes surcoreanas, el nuevo jefe de Estado debe asumir el cargo de inmediato, sin período de transición, por lo que Lee ya ha comenzado oficialmente su mandato.
Estas elecciones anticipadas se celebraron para poner fin a un periodo de inestabilidad política, marcado por la presencia de tres mandatarios interinos en menos de seis meses.
La crisis comenzó el pasado 14 de enero, cuando el entonces presidente Yoon Suk Yeol fue arrestado en medio de una investigación por su presunta implicación en una fallida declaración de ley marcial. Yoon fue liberado en marzo, pero su destitución fue ratificada el 4 de abril, activando el mecanismo legal que exige convocar elecciones presidenciales anticipadas en un plazo no mayor a 60 días.
Con esta elección, Corea del Sur busca retomar la estabilidad institucional y política tras meses de incertidumbre.
Lee pegó duro y se llevó la presidencia sin rodeos
Kim Moon-soo se quedó corto, no pudo con la presión
Tres presidentes en seis meses, eso sí que es un lío político