León XIV inició oficialmente su pontificado este domingo con una misa solemne en la plaza de San Pedro, en la que hizo un fuerte llamado a la unidad de la Iglesia y a la paz mundial. En una ceremonia con la presencia de líderes de 150 países y más de 200,000 fieles, recibió los símbolos del poder papal: el palio y el Anillo del Pescador.
El nuevo papa, visiblemente conmovido, destacó en su homilía que no se considera un líder solitario, sino un hermano al servicio de una Iglesia que debe ser fermento de reconciliación en un mundo herido por el odio, el miedo y la desigualdad. También denunció la situación en Gaza y pidió negociaciones de paz en Ucrania.
Autoridades como los reyes de España, el vicepresidente de EE. UU., JD Vance, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte, estuvieron presentes. León XIV concluyó con el rezo del Regina Coeli y un besamanos en la basílica, donde saludó uno por uno a los jefes de delegación, incluyendo un emotivo abrazo con su hermano mayor.