Las tensiones entre India y Pakistán han llegado a un punto crítico luego de que el ministro de Información pakistaní, Attaullah Tarar, lanzara una grave advertencia: “Tenemos información creíble de que India planea una acción militar contra Pakistán en las próximas 24 a 36 horas”.
Esta declaración explosiva se da en el contexto de la masacre de 26 turistas en Pahalgam, en la conflictiva región de Cachemira, administrada por India. El ataque, ocurrido la semana pasada, ha desatado una ola de indignación nacional en India y una presión creciente sobre el primer ministro Narendra Modi para que responda con firmeza.
Nueva Delhi ha culpado directamente a Pakistán de estar detrás del sangriento atentado, mientras que Islamabad niega rotundamente su implicación y ha ofrecido incluso una investigación internacional neutral. Hasta ahora, el Ministerio de Defensa de India no ha respondido oficialmente a la acusación de Tarar.
Esa vaina se está poniendo fea, y cuando esos dos se calientan, el mundo tiembla.
Atención Naciones Unidas, ¡ese no es un pleito de barrio, son dos potencias nucleares!
Modi está bajo presión y Pakistán lo sabe, por eso se adelantaron con esa advertencia.
Cachemira vuelve a ser el polvorín del sur de Asia, como siempre.
India dice que fue Pakistán, Pakistán dice que no… ¿Y los muertos? Siguen ahí.