Durante su intervención en la Cumbre Brasil-Caribe, el presidente Luis Abinader hizo un llamado a establecer un gran pacto climático hemisférico, subrayando que el cambio climático es la amenaza más urgente para la región.
Propuso una transición energética basada en los recursos naturales del Caribe y América Latina, y resaltó fenómenos como el sargazo, los huracanes extremos y la pérdida de biodiversidad, que ya afectan a los países caribeños.
Abinader también planteó fortalecer la seguridad alimentaria mediante cooperación regional y un mayor intercambio agroindustrial, además de insistir en la creación de corredores aéreos y marítimos para reducir la fragmentación geográfica del Caribe.
Mencionó los esfuerzos de la República Dominicana por expandir su aviación civil y promover el turismo multidestino como vía de integración regional.
En cuanto a Haití, expresó su firme respaldo a transformar la actual misión internacional en una operación bajo control de la ONU, recordando la carta firmada por él y los tres expresidentes dominicanos dirigida al Consejo de Seguridad. Concluyó invitando a los líderes a asistir a la próxima Cumbre de las Américas en Punta Cana en diciembre.
Abinader habló bonito, pero ese “gran pacto climático” necesita más acción que discurso.
Eso del turismo multidestino suena bien… siempre que Haití no esté en el itinerario.
El Caribe entero está cogiendo fuego con el cambio climático, ese llamado llega justo a tiempo.