Ruanda anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Bélgica y ordenó la expulsión de todos sus diplomáticos en 48 horas, acusando al país europeo de debilitar constantemente a Kigali en el conflicto con la República Democrática del Congo (RDC).
En respuesta, Bélgica declaró persona non grata a los diplomáticos ruandeses, calificando la decisión de desproporcionada y señalando la falta de disposición al diálogo por parte de Ruanda.
El conflicto en la RDC ha sido el eje de esta crisis diplomática. El presidente Paul Kagame acusó a Bélgica de promover sanciones internacionales contra su país, mientras un informe de la ONU señala que Kigali controla el grupo rebelde M23 y mantiene unos 4,000 soldados en territorio congoleño, algo que Ruanda niega. La ofensiva del M23 ha causado miles de muertes y la toma de ciudades clave en la RDC.
La tensión estalló justo antes de las conversaciones de paz programadas en Angola entre el gobierno congoleño y los rebeldes del M23. La crisis entre Ruanda y Bélgica podría afectar los esfuerzos diplomáticos en la región, mientras la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo del conflicto y sus repercusiones.