El Ministerio de Defensa de Rusia informó este lunes que sus fuerzas atacaron un puesto de mando ucraniano en la ciudad de Sumy, donde se llevaba a cabo una reunión de altos cargos militares.
Según el reporte, el ataque se realizó con misiles táctico-operativos Iskander-M y tuvo lugar en medio de un contexto de contraofensiva ucraniana apoyada por sistemas de defensa aérea y guerra electrónica de fabricación extranjera.
El bombardeo dejó un saldo de más de 60 militares ucranianos muertos, de acuerdo con las autoridades rusas. Este ataque se enmarca en una intensificación de los enfrentamientos en el noreste de Ucrania, donde ambas partes han reportado avances y contraataques en las últimas semanas.
Rusia también acusó a Kiev de utilizar a la población civil como escudo humano al ubicar instalaciones militares en zonas densamente pobladas. Aseguran que la reunión se realizó en pleno centro urbano, lo que, según Moscú, agrava el riesgo para la población local.
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