Al menos 265 personas han fallecido en una de las peores catástrofes aéreas de los últimos años, luego de que un avión Boeing 787-8 Dreamliner de Air India se estrellara sobre una zona residencial apenas segundos después de despegar de la ciudad de Ahmedabad, en el occidente de la India.
A bordo viajaban 242 personas, de las cuales 241 murieron y una sobrevivió. Además, al menos 24 personas fallecieron en tierra, aunque las autoridades temen que el número de víctimas fatales pueda ascender hasta 290, según datos preliminares ofrecidos por la Policía, el Ministerio de Aviación Civil y la propia aerolínea.
El accidente ocurrió este miércoles 12 de junio, cuando el vuelo AI171 partió con destino al aeropuerto de Gatwick, en Londres. A las 13:40 hora local (08:10 GMT), la aeronave emitió una señal de emergencia Mayday, pero se desplomó inmediatamente después, cayendo sobre el edificio del B.J. Medical College, donde médicos, estudiantes y sus familias se encontraban almorzando.
Videos grabados por testigos muestran al avión descendiendo con el morro elevado, sin entrar en picada como suele ocurrir en otros accidentes aéreos. En las imágenes se aprecia cómo la aeronave pierde impulso y se desploma, sin completar siquiera un minuto de vuelo.
A bordo del avión viajaban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses y 1 canadiense, además de dos pilotos y 10 tripulantes de cabina. El único sobreviviente ha sido identificado como Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, ciudadano británico-indio, quien reside en Londres y había viajado a India para visitar a su familia.
“Treinta segundos después del despegue, se escuchó un fuerte ruido y el avión se estrelló. Cuando me levanté, había cuerpos por doquier. Tenía miedo, me levanté y corrí. Había restos del avión por todas partes. No tengo ni idea de cómo salí”, relató Ramesh al diario Hindustan Times.
El ministro de Aviación Civil, Ram Mohan Naidu Kinjarapu, informó que ya se han recuperado las cajas negras y que se han iniciado las investigaciones para esclarecer las causas del siniestro. Según datos preliminares, el avión perdió contacto con la torre a una altitud de 625 pies (190 metros).
El Tata Group, propietario de Air India, anunció que entregará 10 millones de rupias (aproximadamente 117,000 dólares) a los familiares de cada víctima, además de cubrir todos los gastos médicos de los heridos.
Por su parte, Boeing, fabricante de la aeronave, declaró que está “trabajando para reunir más información” y colaborará plenamente con las autoridades de India y con la aerolínea en la investigación.
El ministro del Interior, Amit Shah, confirmó que la mayoría de los cadáveres han sido recuperados y que se están realizando alrededor de 1,000 pruebas de ADN para identificar a las víctimas, incluidos los pasajeros extranjeros.
“El avión transportaba cerca de 125,000 litros de combustible y, debido a las altas temperaturas, no había posibilidad de salvar a nadie”, lamentó Shah, destacando la magnitud del desastre.
Dios mío, qué vaina más fuerte! Eso es una tragedia mundial.
Boeing otra vez… cada vez que mencionan esa marca me da cosa.
¿Y cómo es que un avión nuevo como ese falla así de repente?