El Tribunal de Apelaciones de Ploiești, Rumania, revocó el fallo del Tribunal Constitucional que anulaba la primera vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que resultó ganador Calin Georgescu, un político conocido por sus posturas críticas hacia la OTAN. Esta decisión implica que las elecciones previstas para mayo ya no se realizarán.
El juez que había dictado la anulación enfrenta ahora una posible investigación disciplinaria, ya que las decisiones del Tribunal Constitucional son consideradas definitivas. Además, la Fiscalía General extendió por 60 días el control judicial sobre Georgescu, quien fue detenido en febrero bajo acusaciones de injerencia extranjera y luego liberado con restricciones.
Georgescu ha sido acusado de simpatizar con Moscú y ha señalado que su persecución es parte de un intento de los globalistas y de la OTAN por usar a Rumania como punto de partida para una eventual guerra con Rusia. La Agencia Tributaria rumana, sin embargo, desestimó las acusaciones de injerencia rusa en su candidatura.
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