El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que la ciudad de Los Ángeles está siendo “invadida y conquistada por un enemigo extranjero”, en referencia a las protestas desatadas por las redadas migratorias impulsadas por su administración. La declaración tuvo lugar durante un mitin celebrado en la base militar de Fort Bragg, Carolina del Norte, como parte de las celebraciones por el 250 aniversario del Ejército estadounidense.
“Lo que presencian en California es un ataque en toda regla a la paz, el orden público y la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país”, expresó Trump, al denunciar que algunos manifestantes habían quemado banderas estadounidenses durante los disturbios.
El mandatario republicano acusó a los manifestantes de atentar contra la soberanía del país y prometió mano dura: “No permitiremos que agentes federales sean atacados ni que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Eso es lo que son”, agregó.
Durante su discurso, Trump también arremetió contra el gobernador de California, Gavin Newsom, por su “inacción” ante los disturbios, y criticó al presidente Joe Biden por lo que calificó como una “entrada masiva e incontrolada de inmigrantes”. Anunció su intención de promover una ley que castigue con hasta un año de prisión a quienes quemen la bandera estadounidense: “Quienes hacen eso no aman a este país”, afirmó.
En respuesta a las manifestaciones, Trump ordenó el despliegue de 4,000 soldados de la Guardia Nacional y 700 infantes de marina en el condado de Los Ángeles, aumentando considerablemente la presencia militar en la zona. Justificó la medida como una forma de proteger propiedades y personal federal ante posibles actos de violencia.
La administración estatal reaccionó de inmediato, calificando el despliegue como una “provocación injustificada” y una “extralimitación del poder federal”. El estado de California presentó una demanda contra Trump por violación de la Décima Enmienda de la Constitución, argumentando que el control del orden público es competencia de las autoridades estatales.
Según funcionarios locales, la situación ya estaba bajo control antes de la intervención federal, y acusaron al expresidente de escalar deliberadamente el conflicto por motivos políticos.
Las protestas en Los Ángeles comenzaron el viernes, tras las redadas migratorias ejecutadas por agencias federales. Activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes denunciaron abusos y violaciones de derechos humanos, lo que provocó movilizaciones masivas y enfrentamientos con la policía.
El mitin en Fort Bragg, enmarcado en una serie de actos patrióticos previos a su cumpleaños número 79, incluyó demostraciones militares en vivo. Trump advirtió que las próximas manifestaciones en Washington “serán recibidas con una fuerza muy grande”, pese a que el FBI y la Policía Metropolitana no han reportado amenazas creíbles.
Ese Trump sí que no tiene filtro pa’ hablar, cada vez se pasa más de contento
¿Invasión? Pero muchacho, esa gente lo que ta es protestando por sus derechos
Óyeme, y dizque que lo dijo en plena celebración del ejército, e’ pa’ buscar bulla