Fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido realizaron ataques aéreos conjuntos cerca de Saná, capital de Yemen, con el objetivo de destruir instalaciones del grupo hutí dedicadas a la fabricación de drones, informó este miércoles el Ministerio de Defensa británico.
Los bombardeos, ejecutados a unos 24 kilómetros al sur de la ciudad, impactaron estructuras identificadas por inteligencia británica como fábricas de drones empleados en ataques a embarcaciones en el Mar Rojo. Londres aseguró que la operación fue diseñada para minimizar las bajas civiles, aunque no ofreció cifras concretas.
Estados Unidos, por su parte, no ha dado detalles sobre esta acción en particular, pese a haber ejecutado cientos de ataques desde que el presidente Donald Trump ordenara una ofensiva intensiva contra los hutíes el 15 de marzo. El Pentágono afirma que han sido atacados más de 1.000 objetivos en todo Yemen, incluyendo combatientes y líderes rebeldes.
Mientras las potencias occidentales justifican sus acciones por razones de seguridad marítima, organizaciones de derechos humanos denuncian un alarmante saldo humano. Medios afines a los hutíes aseguran que un reciente ataque estadounidense contra un centro de detención que albergaba migrantes africanos dejó al menos 68 muertos.
La organización yemení Mwatana for Human Rights, con sede en Saná, reporta que centenares de civiles han muerto en ataques recientes de EE.UU., y advierte sobre el creciente impacto humanitario del conflicto.
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